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Los caramelos de violetas son muy típicos en Madrid, hace unos días pasé por la zona de Sol y Recoletos y pasé por una de mis pastelerías típicas favoritas de la ciudad. Además de buen turrón compré también estos caramelos tan deliciosos que nos recuerdan a nuestra niñez, mi abuela madrileña nos lo compraba cuando nos visitaba y a nosotros nos encantaban.
En fin que preparando un Gin Tonic se me ocurrió en vez de agregar enebro y otros condimentos le agregue estos caramelos de violetas que le dejaron un toque muy perfumado y dulce muy rico.
Os lo recomiendo.

Esta receta es muy popular. La preparaba mi abuela Gaditana y nos encanta poner como aperitivo.
Ingredientes:
1 ramillete de espinacas
1 cebolla picada
1 diente de ajo picado
sal al gusto
aceite de oliva virgen extra
3 huevos
Elaboración: Limpiar y cortar en trozos las pencas de acelgas para cocerlas al vapor en una cazuela o vaporera con una pizca de sal durante 20 minutos.
Escurrimos las acelgas y cortamos un poquito más con ayuda de unas tijeras. Ahora en sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen, agregamos la cebolla y el ajo, cuando empiecen a cambiar de color agregamos las acelgas y rehogamos unos 3 minutos.
A continuación en un bol grande, batimos los huevos y agregamos las acelgas. Rectificamos de sal y mezclamos bien. En otra sartén ponemos a calentar abundante aceite de oliva. Con ayuda de una cuchara grande vamos poniendo sopones de nuestra mezcla en la sartén y cocinamos las tortillitas por los dos lados
Una vez fritas, las apartamos en una fuente con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Se pueden tomar tanto frías como calientes.

Esta receta es muy popular. La preparaba mi abuela Gaditana y nos encanta poner como aperitivo.
Ingredientes:
1 ramillete de acelgas
1 cebolla picada
1 diente de ajo picado
sal al gusto
aceite de oliva virgen extra
3 huevos
Elaboración: Limpiar y cortar en trozos las pencas de acelgas para cocerlas al vapor en una cazuela o vaporera con una pizca de sal durante 20 minutos.
Escurrimos las acelgas y cortamos un poquito más con ayuda de unas tijeras. Ahora en sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen, agregamos la cebolla y el ajo, cuando empiecen a cambiar de color agregamos las acelgas y rehogamos unos 3 minutos.
A continuación en un bol grande, batimos los huevos y agregamos las acelgas. Rectificamos de sal y mezclamos bien. En otra sartén ponemos a calentar abundante aceite de oliva. Ponemos nuestra mezcla en la sartén y cocinamos la tortilla por los dos lados
Una vez frita, la apartamo en una fuente con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Se puede tomar tanto fría como caliente.

Es una receta fácil y que a todos les gustará en casa.
Ingredientes:
masa para empanada puedes comprarla ya hecha o seguir nuestra receta
salsa de tomate
½ cebolla
1 diente de ajo
¼ vaso de vino blanco
salchichas tipo alemanas
1 cucharada sopera de mantequilla
1 huevo batido
sal al gusto
Elaboración:
Ponemos el horno a calentar a 200ºC
Cortamos las salchichas en rodajas. Ponemos a calentar una sartén con la mantequilla cuando se empiece a fundir agregamos las salchichas, el ajo y la cebolla picada las rehogamos y agregamos el vino blanco. Dejamos cocinar unos minutos y vertemos la salsa de tomate, dejamos cocinar 2 minutos y apartamos.
Preparamos la fuente con papel de horno con la masa de la empanada, ahora agregamos la elaboración anterior con la salchichas y repartimos por toda la empanada. Cubrimos con otra hoja de masa de empanada y pintamos con huevo batido por encima.
Introducimos en el horno y dejamos cocinar hasta que se dore. Cuando esté dorada la sacamos del horno y dejamos enfriar un poco. Se puede tomar caliente o fría según nuestro gusto.

Esta es una receta que es muy sencilla. A mí siempre me han gustado esta forma de preparar los tomates rellenos recuerdo que la primera vez que vimos la receta era de una revista de petete e insistimos a mi madre que la realizáramos sobre todo en verano.
Ingredientes:
1/4 de una lata pequeña de guisantes
lechuga picada
2 tomates grandes
1/4 de una lata pequeña de maíz
1 lata de atún en escabeche
salpimentamos
Para la mayonesa:
1 diente de ajo pequeño
aceite de oliva suave
1 cucharada de vinagre de jerez
sal pimienta
1 huevo pequeño
Para decorar:
orégano
Modo de hacerlo:
Sacamos la carne del tomate la escurrimos en un colador para quitar el sobrante de líquido y picamos junto con todos los ingredientes con un poco de sal.
Es mejor hacer nosotros la mayonesa porque en las de bote suelen echar azúcar. Para hacerla, primero echamos el vinagre y luego el huevo con un poco de aceite y el ajo, batimos bien con la batidora y sin levantarla del fondo del recipiente en la que lo estamos haciendo, vamos añadiendo poco a poco más aceite hasta que esté espesa.
Una vez lista la mayonesa, la añadimos a la mezcla y rellenamos los tomates.
Decoramos con una pizca de orégano en cada tomate relleno.

Ahora que comienza el buen tiempo, podemos disfrutar de la naturaleza, ya sea en el campo con en cualquier de los innumerables parques que hay por toda la geografía española.
De cualquier modo aquí os dejamos un  par de enlaces por si os pueden dar algunas ideas: y este también

En algunos parques urbanos hay zonas destinadas para disfrutar del aire libre, con amigos y familia. Estos merenderos suelen estar bien acondicionados, con sus mesas y banquetas, rodeados de árboles. ¡Fantástico!
Nosotros nos hemos equipado con mantas, cestas con sus cubiertos, platos, vasos, neveras y termos especiales  para picnic. Estas cosas no suelen ser excesivamente caras, así que no lo penséis más e iros de picnic a vuestro parque favorito. Nuestra recomendación aquí en Madrid son: El parque el capricho, el Buen Retiro, Juan Carlos I, Parque de Valdebernardo, La cuña verde en Moratalaz, el parque de las "tetas" en vallecas, el parque de Tierno Galván, jardines de Sabatini, la Casa de Campo, El pardo, parque Berlín, Dehesa de la Villa, parque del Oeste, Paseo de Rosales, el parque Europa en Torrejón de Ardoz, La ruta que hay desde Lozoya del Valle hasta Rascafría, Jardines del Principe en Aranjuez. También podéis hacer senderismo y parar en el camino a disfrutar de una comida campestre. Hemos encontrado un enlace donde indican rutas a pie para toda España 

¿Qué menú saludable preparamos?

En su libro Propos de Table, James de Coquet aborda en clave de humor los avatares por los que pasan los propietarios de una segunda residencia en el campo. No pasa por alto el irresistible encanto que ejercen sobre los amigos, irse a disfrutar del campo o el jardín en días soleados, en definitiva disfrutar del aire libre.
Y este sagaz gastrónomo nos da la fórmula que hay que adoptar para evitar preparar demasiada comida y quedar atrapado entre fogones antes de disfrutar de una comida campestre y sobre todo buena para nuestra salud.
Regla de oro: el plato único, precedido de un entrante ligeroverdura cruda, ensaladas variadas, huevos escalfados en salsa de tomate, buñuelos de calabacín, berenjenas asadas con tomate, queso feta y aceite de oliva. Seguidamente un plato preparado por la mañana, o la víspera, y que se mantiene caliente en un embase o bien frío. Pollo asado, mousaka, arroz frío con atún, maiz y palmitos, escabeche de salmón, ternera estofada a la provenzal, brochetas de queso de burgos con tomate cherry y uva, melón con jamón.
De postre tarta de manzana, fruta de temporada. Además podemos llevarnos el café en un termo y un bote de leche evaporada tipo "ideal" (marca de nestle).

Ya sabéis podéis disfrutar de la cocina sana y rodeárnos de naturaleza, pero sin salir de la ciudad. No lo pienses más y vete de picnic a los parques más importantes de la urbe.

A unos familiares nuestros les encantan las setas, y aunque este año no ha sido especialmente bueno, recogieron hace unos días esté setón en Torrejón de Ardoz.

Aquí recojo algunas recetas con setas:
Ensalada templada con hongos
Pasta con setas
Mollejas con setas
Salteado de gulas con setas
Gulas con boletus
Risotto con boletus
Ensalada con boletus
Empanadillas con boletus
Huevos cocinados a baja temperatura con boletus
Croquetas con boletus
Crema de boletus
Trompetillas con huevo



Ingredientes:
125 g de harina
100 g de mantequilla
1 litro de leche
1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
1 litro de leche
Nuez moscada en polvo
Sal y pimienta
para la croqueta
1 cebolla grande
2 cucharadas de aceite de oliva virgen
100 gr de pan rallado
3 huevos grandes
Aceite de Oliva para freir
migas de bacalao desalado

Elaboración:
La bechamel nos tiene que salir bastante espesa por lo que añadiremos un poco de harina más si vemos que nos queda líquida. Lo importante es que no te salgan grumos por eso hay que poner el fuego medio, remover bien y rápido.
Primero echamos la mantequilla al cazo para que se derrita y agregamos después el aceite de oliva, después poco a poco agregamos la harina y sin dejar de mover vamos mezclándola, apartamos del fuego y sin dejar de mover añadimos un vaso de leche, volvemos a poner en el fuego y seguimos batiendo y añadiendo leche.
Por último echamos la sal, la pimienta y la nuez moscada.

Ahora  desmenuzamos las migas de bacalao desalado (24 horas en un bol grande cambiando 2 veces el agua y manteniéndolo  en la nevera)
A continuación lo mezclamos bien con la bechamel ya fría. La dejamos en un bol tapado con papel transparente y metemos en la nevera si es posible hasta el día siguiente.

Ahora preparamos las croquetas. Primero batimos los huevos en una fuente, y en otra fuente ponemos el pan rallado. Ponemos en una sartén honda abundante aceite de oliva virgen a calentar, tiene que estar muy caliente. Con ayuda de cucharas de postre vamos cogiendo masa y hacemos la forma de croquetas, las pasamos por huevo y las freímos por ambos lados. 
Cuando estén doradas las retiramos del fuego en una fuente con papel absorbente para retirar el aceite sobrante.

Llegó a mis manos este interesante, ameno e incluso divertido libro de Lorenzo Díaz, sobre la Cocina del Siglo de Oro Español, donde supuéstamente no se ponía el sol pero tampoco muchos manteles en muchas de sus mesas.

En la primera parte del libro, el autor nos muestra las vivencias entorno a la gastronomía  de tres de los escritores que tuvieron más influencia en el mundo de las letras en el barroco español: Lope, Cervantes y Quevedo.
Nos habla de las abundantes y desmedidas comidas de los Reyes, Nobles y alto clero y de las miserias de los pícaros y rufianes en los mesones de puntapie. Pero a pesar de esto, nos hace ver que la realidad española no era tan dura y que en la mayoría de los casos la gente humilde se alimentaba y comía sin muchos lujos pero consistente, sobre todo verduras y legumbres con algún trozo de carne seca.
Además el libro incluye una serie de recetas de la época, muy interesantes como el letuario, el manjar blanco y la alboronía entre otras recetas. 
Como curiosidad el libro tiene ilustraciones muy simpáticas de lo narrado realizadas por José Luis Cabañas

Ha llegado a mis manos un ejemplar de cocina muy original de la historiadora Ángeles Díaz Simón que además posee varios restaurantes en Asturias. En su libro Recetas con Historia, nos invita a un viaje culinario a través del tiempo. Desde la antigua Mesopotamía hasta el Romanticismo pasando por el ensoñador Al-Andalus. En este particular museo de las recetas podemos preparar platos y comer como un Romano o un plato creado por Leonardo.

Es un viaje al pasado, en donde comprobamos las transformaciones que se han sido sucediendo en la gastronomía, en la que influyen los productos que estaban a mano en aquel momento, el ingenio del hombre para preparar y degustar la comida, las guerras, religiones, invasiones, migraciones....  En palabras de la autora "comemos lo que somos", "la comida es el reflejo más fiel de la sociedad".

Con este libro Ángeles Díaz, nos ofrece la posibilidad de divertirnos en la cocina y aprender historia.
Como curiosidades mencionar que con los griegos nace la dieta y se vincula la salud con la alimentación. En España la revolución llega con Al-Andalus y el descubrimiento de América. Fuera de nuestras fronteras la revolución comienza con el Renacimiento en Italia y las bases actuales de la cocina moderna se la debemos los franceses.