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Una pizca de sal curiosidades sobre este mineral

La sal desde que el hombre es hombre ha sido un producto indispensable, Ya los romanos pagaban a sus legionarios en sal, de ahí deriva la palabra salario, que custiodaban las caravanas que transportaban el precioso mineral a través de la Vía Salario.

Por las costas andaluzas, algunos ejemplos son las ruinas de Baelo Claudia en la fantástica playa de Bolinia de Tarifa o las ruinas del fortín de la playa de Santa Barbara en La Línea de la Concepción que se construyó sobre un saladero de pescado romano. Los romanos se dedicaron a construir saladeros para conservar en ánforas el pescado salado para transportar fácilmente y así alimentar a sus tropas. También elaboraban una salsa de pasta de escado llamado Garo que apreciaban mucho.

La sal no solo sirve para sazonar y realzar el sabor de nuestros platos sino también para conservar los alimentos y desinfectar las heridas.

Hay un halo de supersticioso alrededor de la sal sobre todo si se derrama, también cuando alguien es simpático y gracioso se le llama saleroso o que tiene salero.

En muchas recetas tenemos indicado una pizca de sal, pero sabes realmente qué cantidad es la que estamos hablando. Parece ser que es 1/4 de gramo, pero es mejor contar con el buen ojo del cocinero para ni quedarnos cortos ni pasarnos en exceso con la sal.

Es mejor moderación ya que la sal es salud en su justa medida como todo en la vida.

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